lunes, 22 de junio de 2015

NO AL MIEDO



Cuando "diseccionamos" nuestros miedos(con sentido común y de forma
concreta), vemos que no son tan terribles. No olvidemos, que nuestro peor
enemigo somos nosotros mismos.
Imaginando situaciones ambiguas y terribles, somos grandes expertos.
En el miedo hay a menudo una sensación de pérdida, ya que nace de
quedarnos sin lo que tenemos.
Para desactivarlo,. es conveniente concretar, qué tememos perder.
¿El trabajo?, ¿una propiedad?, ¿ nuestros ahorros?, una vez determinado,
deberíamos añadir la pregunta: ¿ y qué?. Con toda probabilidad, tenemos
recursos para salir adelante.
Si no encaramos la posibilidad de la pérdida como el fin del mundo, 
dejaremos de estar atemorizados. Por lo tanto, debemos poner nuestros
temores en el mapa para dejar de tener "miedo al miedo".
En la medida de que hagamos concretos los miedos con sentido común,
seremos capaces de mirarlos a la cara y buscar alternativas.

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