Hay que renunciar al pasado para anclarse en el momento presente.
"El pasado quedó atrás, el futuro aún no ha llegado,el presente se nos
escapa...
No retengas tus viejas ideas, no persigas tus nuevas fantasías".
Partiendo de la base de que lo viejo no puede alumbrar lo nuevo.
Debemos meditar con disciplina para vaciar la mente de rémoras
del pasado y promesas del futuro.
Cuando logramos abrazar el instante, libre de proyecciones, se logra
una buena iluminación, instante de lucidez que nos ayuda a comprender
la esencia de las cosas.
El momento presente, es la meta misma. Cada momento, está aquí
y ahora. El momento, es la meta, la etapa, el proceso, el absoluto -si
cabe emplear el término-.
Hay que hacer sonar la música de la vida a su propio ritmo, momento
a momento, sin desear otra cosa que lo que está sucediendo aquí y ahora.
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