lunes, 20 de julio de 2015

UNA LECCIÓN DE HUMILDAD



Una parábola cuenta, que un joven acudió al rabino Prohobister
pidiéndole que lo ordenara rabino...

El sabio le preguntó por su conducta diaria y el contestó:
- Visto siempre de blanco, no bebo más que agua, pongo tachuelas
en los zapatos para mortificarme, me revuelco desnudo en la nieve,
y le digo todos los días al cuidador de la sinagoga que me de
cuarenta golpes en la espalda desnuda.

En ese preciso momento, apareció en el patio, un caballo blanco,
bebió agua y se puso a revolcarse en la nieve.
- Fíjate -dijo el rabí-, esa criatura es blanca, no bebe más
que agua, tiene clavos en el calzado, se revuelca en la nieve,
y recibe más de cuarenta golpes por día...
Y no es más que un caballo.

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