viernes, 19 de agosto de 2016

UN INFIERNO PROPIO


Después de reflexionar un poco, comenzaremos a reconocer
que la mayor parte de nuestro infierno se encuentra, en 
realidad, dentro de nosotros.

Ciertamente nos suceden cosas negativas, la gente actúa
mal y el mundo es un lugar imperfecto. Sin embargo, cuando
pensamos realmente en ello, descubrimos que nos suceden
muy pocas cosas malas, y cuando ocurren pasan muy deprisa.
Pero tendemos a crear un sufrimiento infinito a través de
nuestra interpretación de los hechos y las personas, de nuestra
visión de los acontecimientos: el problema no es lo que nos
sucede, sino cómo lo interpretamos y nuestra relación con el
sufrimiento.

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