domingo, 6 de octubre de 2019

FUE ENTONCES



Fue entonces, cuando retozó el lamento procedente
de unas flores quebradas por el viento, la tierra, se
tiñó de azaleas, incluso el magnolio, quiso redimir la
solanera con sus graciosos y vistosos capullos de
nieve roja...
También los sauces,  desprendieron una ligera
lluvia azucarada...
Las cigüeñas, desplegaron sus alas de luna, 
sombreando los fértiles surcos, sembrados de mijo
y azafranes...
Los cuervos, decidieron huir dispersándose por
el espacio azul celeste.
Más tarde, llegaron los duendes del amor, engalanados
con unos collares confeccionados con campanillas
graciosas y ardientes.

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