lunes, 11 de noviembre de 2019

INQUIETUD



Somos muchos más que más, los que intentamos no
sentir vacío en el alma.
Unos ojos expresivos, una cálida boca, y un encanto
personal, ofrecen color a la vida.
Hoy al abrir la ventana de la habitación, se ha llenado
de una luz especial, como si se tratara de una invitación.
He salido a la calle, con el mismo gozo de un niño al
cual le han regalado su juguete preferido, desnudo
de palabras, pero con la intención de encontrarte en
el resplandor de lo divino.
Hechizado me encontré, al llegar la noche rodeado
de sombras sin nombre...
¡No está en mi deseo el naufragar en el mar de las
tinieblas!!.
Quisiera verme enredado en la luz dorada de tu
risa, y regresar al sabor clementino de tu
anhelada presencia...

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