Debemos entender, que la belleza no radica solo en el
físico, ella se encuentra en el interior, siendo mayor
con el paso de los años...
Con la madurez, adquiere mayor relevancia.Ella sabe
muy bien lo que desea, con la experiencia, se torna
exigente por una parte, pero más comprensiva por la
otra.
Ella, no quiere un amor que la agobie ni aprisione, lo
desea controlado y dosificado.
Le encanta un hombre que la sepa comprender, amar,
respetar y conquistar.
Quiere compañía, ternura y armonía, pero jamás
desea renunciar a su espacio personal y social.
El amor, nace, vive de la inteligencia, y declina por
el olvido.
Las espinas del rosal, le sirven para evitar la agresión
de cualquier intruso mal intencionado...
No hay comentarios:
Publicar un comentario