Deseo regalarte mi sonrisa reflejada en este escrito,
unas palabras con ligera fragancia a nardo y jazmín,
un magnífico día soleado con tu nombre, y un tierno
abrazo para que lo guardes en tu corazón.
Quiero regalarte, un nuevo brillo para que tus ojos
pierdan la tristeza, mis palabras más sinceras, para
que te llenen el alma, ayudándote en los momentos
más difíciles...
Quiero regalarte, mi adoración perenne y compartida
sin estrecheces de ningún tipo.
En cambio, tan solo te pido dos cosas, que abras
tu espíritu a los sentidos, y que vuelvas a ser
manantial de fuerza, para emitir un nuevo canto
a tus sueños deseados e incumplidos.
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