Tu propio enemigo

 

Si conoces tu verdadero valor no perecerás. La razón, es tu luz y antorcha de la verdad.

La razón es la fuente de la vida.

Si no te quitas primero la paja que tienes en el ojo, no podrás ver la de tu vecino.

Examina cada día tu conciencia y corrige tus faltas; si no cumples con este deber, no serás fiel a la razón que hay dentro de ti.

Obsérvate como si fueras tu propio enemigo; porque no puedes aprender a gobernarte, mientras no aprendas primero a gobernar tus pasiones y obedecer los dictados de tu conciencia.