Observa tus pensamientos con distancia, y no los confundas con la realidad.Así serás capaz de distinguir lo neurótico de lo util.
Se consciente de que cualquier cosa que suceda, lo bueno y lo malo, cambiará.
Evita atribuir la culpa de tu infelicidad a los demás.
Pensamientos como " mi vida es horrible" o "si fuera rico mis probroblemas desaparecerían", son falacias para no tomar el mando de nuestra vida.
En lugar de impacientarte, lee o escucha música mientras esperas el tren o el autobús.
Trata de sonreir a la gente irritada que encuentres, y nunca menosprecies a los demás.
Tómate los contratiempos con sentido del humor.
No alimentes aquello que te irrita, ni le des más importancia de la que en realidad tiene.
Huye de la idea de que, en la ciudad, vives amenazado por las personas y las situaciones.
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