Tienes una bella torre con alas de oro, calles con sombra de
siglos, balcones y parques, con jazmines y nardos de plata.
Tu gente, emiten cantes que suelen arañar las estrellas y el
alba. Dispones de un río que quiso ser mar..
Sevilla, azul claridad sonora y verdes campos. En el agua
adormecida hoy en día, de tu río Guadalquivir, se vive el encanto.
Tu dulce y
magestuosa Torre del Oro, se siente embelesada, y también
enamorada de tanta hermosura.
Bajo tu limpio cielo azul pastel, viven esperanzas llenas, de
andaluces soledades, de fuego, alegría, llanto y canto.
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