sábado, 29 de octubre de 2011

Siento

Cuando me encuentro abatido, quiero penetrar en el raso marrón de tus ojos...Momentos después,me inunda un deseo incontenible, de despertar en tus brazos, para sentirme lleno de paz.
Al llegar el atardecer, declinando la tarde, deslizándose con brisa dorada por la cordillera de tu cintura,llamo la entrada de la noche con sus idilios.
Reconozco, que todos los razonamientos de los hombres, no valen, lo que uno solo de una mujer íntegra y sensata.
Hoy, de forma muy concreta, los recuerdos me provocan suspiros..Quizás por esa razón,la nostalgia ha decidido visitarme...a pesar de todo, está en mi deseo conservarlos!!.

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