martes, 7 de octubre de 2014

FUE LA TARDE


Fue la tarde sin lugar a duda, quien decidió esconder
en su penumbra los sentimientos, con la finalidad,
de verlos disipados.

En ocasiones, el cansancio, no tiene fuerza suficiente
para enfrentarse a la ternura.

Para ello, solemos esperar que nuestro corazón,
se vea fortalecido, y despierte el alma, saliendo de su gran vacío.

Solemos desear, ser de nuevo nosotros mismos, para
enfrentarnos a la realidad, logrando apaciguar la tormenta
que se apoderó de los sueños y nuestra voluntad .

¡Odiamos pasar de la tranquilidad relativa, al desasosiego, 
para comprender, que no existe nada reconfortador, que
sirva de paliativo!! 

No hay comentarios:

Publicar un comentario