En primer lugar, debemos decir, que se necesita un cambio
radical en nuestra actitud respecto a la vida.
Tenemos que aprender por nosotros mismos, y después,
enseñar a los desesperados, que en realidad no importa no esperar
nada de la vida, puesto que es ella la que espera de nosotros.
Hay que dejar de hacerse preguntas sobre el significado
de la vida, y en su lugar, pensar en nosotros como seres a quienes
la vida inquiere...
Nuestra contestación debe estar hecha, no de palabras ni de
meditación, sino de una conducta recta.
Vivir, significa asumir la responsabilidad de encontrar
la respuesta correcta a los problemas, de ese modo cumpliremos
las tareas que nos asigna la vida contínuamente.
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