El miedo, no solo es un refugio para personas con poca iniciativa
e imaginación; también nos ofrece enseñanzas para el futuro si
sabemos leer su mensaje.
El espantapájaros -como indica su nombre- asusta a los pájaros.
Pero si en lugar de salir huyendo, el ave decide acercarse, entonces
se abre una tercera fase. " Cuando el miedo ha desaparecido, tiene
lugar, una verdadera revelación: el espantapájaros, lejos de ser un
peligro, es una oportunidad, ya que nos señala con cierta precisión,
el lugar donde podemos encontrar alimento. Por un baile de letras,
el miedo se ha convertido en el medio...En la medida que nos acerquemos,
el espantapájaros que todos llevamos dentro, si no nos asusta profundizar,
lo podemos descubrir".
Este juego de palabras nos revela algo provocador: Cada temor,
descubre un aspecto no resuelto del que debemos ocuparnos.
Así como los pájaros, se nutren de los sembrados, el alimento de
nuestro futuro, es despejar las brumas, que nos evitan ver con claridad
el horizonte.
Por consiguiente, bien venido sea el miedo al futuro, si nos sirve para
ocuparnos de un tema no resuelto; como encaramos el resto de nuestra
vida, cuales son nuestras prioridades, y que vamos ha hacer a partir de
ahora mismo para alcanzar nuestras metas.
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