jueves, 12 de mayo de 2016

ACEPTACIÓN



La aceptación de uno mismo tiene una faceta
física, igual que la tiene el rechazo.

Cuando los niños intentan en ocasiones no
sentir lo que sienten, su pecho se contrae y su
respiración se vuelve más fatigosa... Lo mismo
nos sucede a los adultos. Cuando negamos o
rechazamos, lo primero que hacemos, es dejar
de respirar. Cuando aceptamos, en cambio lo
que solemos hacer, es respirar hondo...

La actitud de aceptación básica de uno mismo,
conlleva a decirse: elijo valorarme, tratarme con
respeto, y defender mis derechos. ¡Aquí es donde
empieza la autoestima!!

No hay comentarios:

Publicar un comentario