viernes, 6 de mayo de 2016

QUITAR LO QUE SOBRA


Entra en ti mismo y mira. Si no te encuentras bello,
haz como el escultor de una estatua a la que debe
proporcionar hermosura, quitando de aquí, alisando
por allá, suavizando tal línea, haciendo más pura tal
otra...Y así, hasta que haya surgido de su obra, un
resultado agradable.

Haz lo mismo: quita todo lo que sobre, pon recto lo
torcido, ilumina lo oscuro, y encamina tus esfuerzos
a que todo brille, con una sola luz.

Nunca dejes de labrar tu estatua, hasta que relumbre
de ella a ti el esplendor divino de la virtud, y veas
firmemente afianzado el bien perfecto.

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