Todos tenemos a nuestro alrededor, gente que al poco
de estar con ellos, nos transmiten su energía y
sin saber muy bien el motivo nos sentimos bien. Pero
también existen otras personas, que obran en sentido
contrario, consumiendo nuestra energía positiva. Todo
esto ocurre, porque nos contagian sus emociones.
Nuestro balance anímico, dependerá de las emociones
que hayamos intercambiado a lo largo del día.
Tomar conciencia del contagio emocional, puede dar un
giro de ciento ochenta grados a nuestras relaciones y
a nuestra vida.
Hay que elegir personas saludables.Las emociones se
expresan y contagian mediante las palabras, por ello
deberíamos aplicarnos esta máxima de la sabiduría
japonesa, la cual recomienda en casos de irritación:
" Lo que tengas que decir, dilo mañana".
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