jueves, 30 de junio de 2016

EL RETO DE PENSAR


Para estar bien con los demás, hay que estarlo con
uno mismo. Ahora que hemos llegado al tercer milenio,
estamos tan acostumbrados al contacto con las multitudes,
la radio, la televisión el ordenador, que hemos olvidado en
parte, como estar solos con nuestros pensamientos.

Muchas personas, sienten cierto temor cuando abandonan
el ajetreo diario, para internarse en los rincones de la
mente. Estamos tan habituados de que piensen por 
nosotros, que nos sentimos algo perdidos en un espacio
tan inmenso.Eso hace que rehuyamos el silencio y la
soledad, buscando cualquier cosa que nos distraiga.

No obstante, nuestra felicidad, depende del conocimiento
que tengamos de nuestras necesidades y limitaciones.
Es probable que ignoremos aspectos de nuestra personalidad
que están condicionando nuestro presente.

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