lunes, 27 de junio de 2016

CONVIVIR CON EL PASADO


Uno de los problemas que a menudo nos impiden disfrutar
del presente, es la dificultad de integrar las experiencias que
nos resultan dolorosas, como si mirar atrás, nos hiciera
retroceder casillas en el tablero de la vida. Hay dos posturas
extremas en este sentido: la de los que niegan el pasado e
intentan borrar su rastro, y la de los que lo someten a psicoanálisis
y lo responsabilizan de cualquier carencia actual.

Debemos entender, que no es bueno renegar del pasado, pues
forma parte de nosotros y nos ha hecho como somos.
Nuestra identidad y situación actual, es el resultado de todo
lo que nos ha sucedido, incluyendo las personas que han
entrado y salido de nuestra vida, con más o menos fortuna.
Por consiguiente,¿qué sentido tiene negarlo?

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