Al buscar la seguridad en lo que es por naturaleza inseguro,
vivimos una decepción tras otra:el coche que también estaba
funcionando, de repente se avería, nos cansamos de una casa
que continuaremos pagando veinte años, hay amigos que
salen de nuestra vida, y personas queridas que abandonan
este mundo. Para que estos embates, no lastren la existencia
con dolor, Buda aconsejaba a sus discípulos, que adoptaran
la costumbre de vivir sin ningún vínculo enfermizo..
Esto no significa, que debamos renunciar a amar, sino que
debemos aprender a amar a las personas y las cosas por
lo que son en cada momento y lugar. No podemos pretender
que una madre viva para siempre, pero si la tenemos con
nosotros, podemos disfrutar de su compañía aquí y ahora,
porque el mañana es incierto, y lo único de que disponemos
es el presente.
En eso consiste el desapego: renunciar a seguridades
futuras, para abrazar con intensidad el presente.Quien anda
por el mundo libre de apegos, puede conectarse a todo lo
que le rodea, porque deja de excluir ciertas cosas o personas
para aferrarse a otras. Desapegarse es aceptar que el
mundo es lo que es aquí y ahora, y no lo que nos gustaría
que sea.
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