Intenta mirar bajo las ruinas del templo de la pasión,
verás como en su fondo está oscuro, allí el alma, se
encuentra secuestrada, a cusa del derrumbe sufrido.
Ella está depositada entre el polvo, y las ilusiones
en buena parte perdidas...
Es curioso, pero es en este lugar, donde han decidido
brotar las flores negras, a pesar de ser un lugar nada
propicio para ello. Espero que más pronto que tarde,
se vean liberadas de permanecer en ese jardín de
hondas melancolías.
Entendemos, que la prosa debe ser clara como el
agua transparente, firme y radiante, sin llegar a
subyugar o abatir. El alma, es el verdadero rayo
de luz que ilumina nuestra presencia en la tierra,
por esa misma razón, debemos estar dispuestos a
no negarle nada, de ese modo podrá soportar mejor
la frialdad del momento.
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