lunes, 6 de abril de 2020

YA NO



Ya no vibran entre mis dedos, las promesas sutiles
pronunciadas tan solo por puro compromiso...
 
Ya no laten en mis labios, aluviones de sonrisas
forzadas que afloran con la finalidad de paliar el
dolor y el olvido.
 
Las ventanas de mis ojos, han vuelto a contemplar
esos tonos amarillos y ocres que nos regala la
naturaleza en su estación otoñal.
 
Ha desaparecido el rumor del mar de mi Costa
Dorada, para entrar en la nueva estación del 
otoño, soportando con parsimonia los días y
tardes preñadas de tranquilidad y silencio.
 
 

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