lunes, 13 de julio de 2020

El placer de conversar



Mantener una conversación saludable, requiere un
equilibrio entre la palabras y el silencio. Hacer las
preguntas adecuadas, puede ayudarnos a profundizar
en el otro, pero más importante aún, es saber escuchar.
En el otro extremo, hay personas que temen preguntar
por miedo a ser indiscretos o inoportunos. Pero toda
exploración implica un riesgo, y una conversación
profunda, es un viaje doble en el que cada uno de
los interlocutores se interna un poco en el mundo
del otro.
La clave, es encontrar la medida para no violentar
a las otra persona. Todos tenemos nuestro reducto
de intimidad que queremos preservar de las miradas
ajenas.
Al final, la buena conversación es un arte que
requiere oídos generosos, un corazón cálido y
una mente abierta.

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