lunes, 27 de julio de 2020

Una infancia sin fin


"La actividad lúdica, nos ayuda a esculpir nuestro cerebro.
Cuando jugamos, podemos probar experiencias nuevas sin
poner en riesgo nuestro bienestar físico o emocional.
Estamos a salvo precisamente, porque estamos jugando.
Al jugar imaginamos y experimentamos situaciones que
son en su totalidad distintas aprendiendo de ellas.
Podemos crear posibilidades que antes no existían...
Establecemos nuevas conexiones cognitivas en nuestra
vida cotidiana, aprendemos valiosas lecciones, y algunas
habilidades sin poner nuestra vida en peligro".
Los que pierden la capacidad de jugar, pierden la
alegría de vivir estancándose en rutinas y pensamientos
negativos. Por ello, es importante hacer como los niños,
que se toman el juego como lo más importante del
mundo." Es humano, tener una larga niñez, y de
personas civilizadas alargarlas aún más".

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