martes, 10 de noviembre de 2015

LA RIQUEZA DEL ALMA



El goce o disfrute de una vida ociosa, no cuesta
dinero alguno.
La capacidad para el verdadero placer del ocio, se
pierde en la clase adinerada y sólo puede encontrarse
entre la gente que tiene un cierto desprecio por las
riquezas materiales...
Debe provenir de la riqueza íntima del alma, en las
personas que aman las formas simples de la vida, y
a quienes -impacienta a veces- el acopio de dinero.
Hay siempre, mucha vida que disfrutar para los seres
decididos a gozarla.
Si no alcanzamos el disfrute de esta existencia
terrena que tenemos, es sencillamente porque no
se ama la vida lo suficiente, permitiendo que se
convierta en una monótona existencia rutinaria.

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