En nuestra vida, hay un comportamiento controlable y otro
aleatorio, como ilustra este cuento tradicional chino que
habla de los cambios de fortuna.
Un labrador, tenía un viejo caballo para cultivar sus campos.
Un día, el caballo se escapó a la montaña.Cuando los vecinos
se acercaron para condolerse lamentando lo sucedido, el labrador
replicó: " mala suerte?, ¿Buena suerte?, ¡ Quien sabe!.
Una semana después, el caballo regresó de las montañas
trayendo consigo un pequeño grupo de caballos salvajes.
Entonces sus vecinos felicitaron al labrador por su buena suerte.
Este les respondió: ¿Mala suerte?, ¿Buena suerte?,¡Quien sabe!.
Cuando su hijo intentó domar uno de aquellos caballos, cayó y
se rompió una pierna. Todos consideraron aquello como una
desgracia...
Una semana más tarde, el ejército entró en el poblado con la
finalidad de reclutar todos los jóvenes que se encontraban en
buenas condiciones. Cuando vieron al hijo del labrador con la
pierna rota, le dejaron tranquilo. ¿Había sido buena suerte?,
¿Mala suerte?...¡ Quién sabe!!.
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