viernes, 8 de julio de 2016

MONTAÑAS


La planta de enfermos terminales de cualquier hospital, está
llena de pacientes que lamentan no haber invertido su tiempo
en lo importante, por haber corrido siempre tras lo urgente.
Personas que se afanaban en conseguir más ingresos y en
cumplir mil obligaciones diarias, se dan cuenta en su lecho de
muerte, que no han conocido en profundidad a sus hijos, o que
han dejado por desarrollar una pasión que tenían desde niños.

Hay que trazar un mapa de prioridades para no perdernos en
la tormentosa travesía diaria. En esta hoja de ruta, pondremos
lo que debe ir en primer lugar, el resto ya encontrará acomodo.
A menudo, lo más precioso lo tenemos tan cerca, que somos
incapaces de verlo.

Aspirando a cosas más grandes, tratamos de escalar alto
realizando un gran esfuerzo que nos desgasta dejándonos 
sin aliento, para descubrir que el campo de abajo, es mucho
más bonito. La sabiduría, está en ser capaz de ver la belleza
de ese campo sin haber consumido la vida en alejarnos de
él, para darnos cuenta que la felicidad estaba allí y sin embargo
seguíamos buscando en otra parte...

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