domingo, 9 de octubre de 2016

MIOPÍA EMOCIONAL


A menudo, adoptamos un enfoque tan general ante los
problemas del mundo, olvidando que nuestra
aportación depende de lo que hacemos en cada
momento.Muchas personas que se lamentan del
aumento de la pobreza, serían incapaces de echar un
cable a un compañero en apuros económicos por poner
sólo un ejemplo. El torrente de información que nos suele
embriagar de forma cotidiana, produce a menudo cierta
"miopía emocional".Es decir, nos damos cuenta de los
males del mundo a gran escala, pero cerramos los ojos
a cuanto sucede a nuestro lado, que es donde tenemos
un poder de intervención directo.Al final, los grandes
cambios, se producen como suma de miles de gestos
que acaban transformando una sociedad.Sin lo pequeño
no se llega a lo grande.Hay que empezar por ahí.
Tal vez, porque es más cómodo lamentarnos, que hacer
algo concreto, por modestas que sean nuestras fuerzas,
el hábito de mirar desde lejos nos lleva a pensar que no
hay nada que podamos hacer para mejorar el mundo,
y a nosotros con él. Olvidamos, que día a día tenemos
la oportunidad de hacer más fácil la vida a los demás,
y que el amor y la amabilidad son contagiosos, pero se
venden en envases individuales.

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