viernes, 31 de enero de 2020

PENSAMIENTOS



La madurez en la persona adulta, significa haber encontrado
la serenidad, que de niño se tenía al jugar.
No solemos odiar cuando nuestra estima es pequeña, lo
hacemos, cuando es igual o mayor, de la que tenemos por
nosotros mismos.
Para el hombre, la encarnación del amor, es la mujer,
pero solo podemos amarla si la elevamos a la dignidad
de diosa.
En el amor, se encuentra la fuente de la vida, solo el
que ama sinceramente, perdurará en el recuerdo de quien
amó.
No seamos tan necios, como para confundir el amor, con
el acto de hacerlo, ni convirtamos los cuerpos, en meros
receptores del placer momentáneo, si obramos de ese
modo, aunque no percibamos dinero a cambio, estaremos
prostituyendo, el más sagrado y sublime de todos los
sentimientos.
¡Nunca, debemos pretender encontrar la razón del
amor entre las piernas, porque fracasaremos!!.

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