Quien ha tenido la suerte la ocasión o la oportunidad de alcanzar la libertad de la razón, no puede por menos, que sentirse un caminante de los senderos de la vida..
El buen caminante, lo hace con interés y alegría, mantiene los ojos bien abiertos, para contemplar todo aquello que le rodea, de ese modo, podrá guardar las sensaciones en su mochila, compañera inseparable de viaje..
Debe tener alma de vagabundo, fuerza,y entereza para evitar atar o condicionar su corazón ante cualquier situación que entrañe cierto peligro..
En su interior, anida una fuerza muy grande que le obliga a cambiar de paisaje con frecuencia!!.
Seguro que pasará alguna que otra mala noche, pues cansado de su caminar, llegará tarde a la ciudad, y esa puerta que debería estar abierta, la encontrará cerrada..
Esa situación resultará fácil de vencer gracias a su espíritu libre y su condición de luchador nato, por consiguiente, se limitará a esperar el nuevo amanecer, para proseguir con la misma ilusión su periplo..
¡ Los amigos y la gente, pertenecen al camino!! del mismo modo que los seres quridos pertenecen al corazón, y los recuerdos al tiempo!!
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