El diario donde solemos reflejar nuestras vivencias cotidianas, debemos mantenerlo abierto, a pesar de tener siempre la opción en nuestra mano de dejarlo inactivo en cualquier momento para evitar reflejos indeseados o ciertas evidencias instaladas en la oscuridad...
Contemplar tu cuerpo como día derramado, no apacigua la mirada, ni la sombra de mis deseos..
No deseo pronunciar palabras leentas, que desciendan por la cordillera de tu cintura, en busca de esa arena vertida sobre otra que ha servido de base o sedimento a una ilusión incumplida..
Busco tus labios y boca hambrienta, saliendo al encuentro de ese agua deliciosa que limpiará con plenitud y satisfacción nuestro mundo y sus formas.
¡Oyeme! pero no lo hagas como si escucharas la lluvia..hazlo con atención, oyendo lo que digo, y con los ojos abiertos, con los cinco sentidos despiertos, de ese modo percibirás el rumor de las palabras que te dicen lo que fuimos, y lo que somos en este instante..
Mientras se abre la noche, contempla tu cara y tu pelo ante tu espejo predilecto, frente a la niebla errante de la noche, que intenta escuchar los pasos del tiempo...
En la noche, carente de otro cuerpo, la pena se desgarra, e intenta abrazarse a esa semilla encendida de una pasión decadente, agria y dulce en su consecuencia, contemplando esos latidos secretos que en otro momento fueron transparentes..
Entra, y comparte ese sueño, pero hazlo mientras contemplas el anillo de la ausencia y la espera..
Soledad, es estar rodeado de gente, pero nuestro corazón, no ve a nadie alrededor!!
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