viernes, 26 de abril de 2013

Centinela de amor..

 
 
Te abrí la puerta de mi corazón, para tenerte bien guardada, a buen recaudo, y te velé día tras día, con todo el afán y la pasión que ejerce un buen soldado..
Te quise tanto y tanto, que la gente me solía señalar, como si de un apestado o desahuciado se tratara.. pero me sentía feliz, contemplándote desde el puente del amor..
Pero llegó el día en que me dijiste ya no te quiero, y fue entonces, cuando mi tapia de cemento y vidrios de acero, al escuchar tu voz, se vino al suelo convirtiéndose en verdadero escombro..¡ Que situación más perversa!!.
La saliva de mi boca, -la poca que tenía-, no dudó un solo instante, en convertirse en pura nieve...y me sentí morir, de igual forma que lo hace un Jacinto.. pero en mi caso, de forma breve, eso sí, apoyando mi cabeza en la rosa aterciopelada de tu hombro!!

No hay comentarios:

Publicar un comentario