lunes, 8 de abril de 2013

Satisfacción

 
 
Honor y satisfacción mayor que el profesado, entiendo que sería difícil que pueda arder en pecho alguno..
Puedo llegar a entender y también comprender, que nuestra voz, se sienta refrenada, pero a pesar de ello, no desiste un solo instante en ver cumplido su deseo de llegar a cautivar esa brisa liviana que sopla sin tregua en esos atardeceres primaverales.
Cuando tenemos la dicha de poder contemplar la luz al despuntar el día, y observar, como intenta cerrar esos deseos de continuar cautivo de los aconteceres que pudieran devenir, es en ese preciso momento, cuando nos vemos obligados a permanecer impávidos hasta que despunte el sol, sabiendo a ciencia cierta, que la hermosura de la naturaleza, ha decidido sucumbir ante la luminosidad tan especial que se desprende de tu mirada..

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