martes, 21 de enero de 2014

LA EDAD



 
Samaniego dijo, que alcanzada una cierta edad, podemos decir sin miedo lo que
pensamos,y nos permite, hacer lo que deseamos, amparándonos en la
experiencia que nos ha proporcionado los años vividos..
Lo que cuenta, es lo que nos dice el corazón y nos dicta el cerebro..
Con cierta edad, reconocemos las viejas equivocaciones, situación que nos permite
rectificar los caminos, miramos las cosas con calma e interés,y las ilusiones se convierten en esperanza..
El amor a esa edad, a veces, es una llama loca ansiosa por consumirse
en el fuego de una pasión deseada, y otras, en el remanso de paz,
como el atardecer en la playa.
Los años alcanzados, no hace falta marcarlos con un número, pues los
anhelos alcanzados, los triunfos obtenidos, y las lágrimas derramadas por
el camino, al ver truncadas algunas ilusiones, ¡valen mucho más!
Lo que importa, es la edad que se siente, al llevar con nosotros, la experiencia
adquirida y la fuerza de los anhelos..
Alcanzado ciertos años,, nos permite perder el miedo, y hacer lo que queremos
y sentimos. Pues hemos aprendido a querer lo necesario,
y tomar sólo lo bueno.

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