Cuando decidimos hablar del futuro, debemos entender, que el presente
también se muestra incierto, por esa misma razón, es conveniente,
hacer una parada obligatoria en esa estación.
Hay gente que lo ve, como si fuera una enorme piedra, desprendida
de una montaña, o como un meteoro plagado de extrañas sensaciones..
Lo cierto es, que el tiempo sigue con paso incansable, permitiendo
que los años caigan silenciosos -o no-, en cada cumpleaños.
Nunca deberíamos sentir miedo por algo que no pudiéramos vencer, ni tan siquiera
de los colores que deciden temblar y danzar ante nuestra mirada..
Debemos caminar por los senderos abiertos, para evitar sorpresas desagradables,
e intentar, no robarle penas a las veredas del aire..
Es muy importante, controlar las emociones, siendo sensato responsable y
consecuente, templándolas bien, y de forma especial, a esas que han
decidido establecerse en el alma, sin solicitar nuestro permiso previo.
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