Hay madrugadas, que trepan por la ventana de los ojos, para descansar
en el fondo de nuestra retina...
Cuando esto ocurre, se nos nubla hasta el entendimiento!!.
Hay otras, que se proponen no dejarnos descansar, propinándonos
cierto desasosiego..
También las hay, vacías, solitarias, sin calor humano, comparable
al transporte urbano nocturno, donde puedes encontrar, algún alma en pena,
que ha acordado vagar por la oscuridad de la noche, sin prisa por
llegar a su destino, pues la única finalidad que persigue, es estar a cobijo
del intenso frío de la madrugada, mientras decide despertar el nuevo día..
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