Yo no había visitado las colmenas antes, así que para
empezar me dio una lección de lo que ella llama...
"patio de abejas". Me recordó que el mundo es en realidad
un patio de abejas, y las mismas reglas funcionan
en ambos lugares.
No hay que tenerles miedo, ya que ninguna abeja
amante de la vida, desea picarnos. Aún así, no hay que
ser un idiota; debemos usar camisas de manga larga
pantalones largos, y una cierta protección en las zonas
más vulnerables como son manos y cara...
Debemos saber en todo momento, lo que estamos
haciendo, incluso si no lo hacemos. Y por encima de todo,
enviémosles nuestro afecto, por la sencilla razón de que
cada pequeña cosa, necesita ser amada.
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