A medida que sumamos años, nos damos cuenta de la
importancia que tiene la actitud ante la vida. Esta es más
importante que los hechos. Más que el pasado, la educación,
el dinero, que las circunstancias, que los éxitos que el fracaso,
que lo que puedan pensar decir o hacer otras personas.
Es más importante que la apariencia, el talento o la habilidad.
Lo notable, es que cada día, disponemos de la capacidad de
elegir que actitud adoptaremos para ese día. No podemos
cambiar nuestro pasado.Ni que la gente actúe de cierta manera.
No podemos cambiar lo inevitable. La única cosa que podemos
hacer, es jugar con el turno que tenemos.
La vida es en un 10 por ciento lo que nos pasa, y en un 90
por ciento como reaccionaremos ante ello.
"Estamos a cargo de nuestras actitudes"
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