La salud psíquica precisa "la tensión existente entre lo
que se ha logrado y lo que queda por conseguir, o la distancia
entre lo que uno es, y lo que debería llegar a ser".
Una vida sin tensiones no equivale a una existencia feliz ni
equilibrada, ya que lo que nos hace humanos es poder luchar
por una meta que merezca la pena.Es decir, vivir con la tensión
entre dos polos:la meta a alcanzar y la persona dispuesta a
cumplirla.
"Cuando los arquitectos pretenden apuntalar un arco con riesgo
de hundirse, aumentan la carga en la clave, para que sus piezas
se unan con mayor fuerza. Hay que fortalecer la salud mental
aumentando la tensión interior, para reorientarse y encontrar el
sentido de la vida".
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