Era otoño...unas nubes opulentas, cubrían el cielo henchido de lentitud..
Un viento fino, soplaba desde la hondanada, dispersando las hojas ocres y amarillas, que resignadas se dejaban arrastrar...
Avanzó la mañana, y la lluvia, se hizo andrajosa, y en el jardín, el gozoso ritual, se convirtió en oración..
Allí se quedó dormida, bajo la lluvia clemente..Cuando despertó, escuchó las palabras de silencio, que había oido, en su secreto corazón.
¡No creas en la verdad, ni aceptes la mentira!!
¡Se valerosa y libre, mirándote a ti misma!!
¡Más tarde, cesó la lluvia!!
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