sábado, 26 de septiembre de 2015

ANALFABETOS EMOCIONALES


Nuestra mente, no está organizada como un ordenador que nos
brinda una pulcra copia impresa de los argumentos racionales a
favor y en contra de una determinada decisión, basándose en todas
las ocasiones anteriores en que hayamos tenido que afrontar una
situación similar. En lugar de ello, la mente hace algo mucho más
elegante: calibrar el poso emocional, que han dejado las experiencias
previas y darnos una respuesta en forma de presentimiento o
sensación visceral.
El problema surge, cuando los presentimientos, no parten de los
estímulos externos, sino de prejuicios o distorsiones del propio
observador. Un barómetro emocional mal calibrado, además de
provocarnos sufrimiento, nos lleva a comportarnos de forma
caprichosa o desproporcionada, ante los demás, con lo que 
experimentamos un rechazo que minará aún más nuestra
autoestima.
Del mismo modo, que las personas con poca conciencia de su cuerpo
tienden a maltratarlo y a sufrir más accidentes que el resto, un primer
paso para tomar control de nuestras emociones, es reconocerlas.
Las personas que no son conscientes de lo que sienten, son
"analfabetos emocionales", es decir, no han aprendido a leer los
mensajes que afloran de lo más profundo de la conciencia: "Para
sensibilizarnos con el ruido de estados de ánimo y emociones, es
necesario hacer una pausa mental, algo que raramente nos permitimos.
Nuestros sentimientos, nos acompañan siempre, pero no nos
damos cuenta de ellos, al contrario, sólo lo hacemos cuando se
han desbordado...Es como si nuestras emociones, tuvieran su
propia agenda, pero nuestras agitadas vidas, no les dejarán espacio
ni tiempo libre y, en consecuencia, se vieran obligadas a llevar una
existencia subterránea.
Toda esa precisión mental, terminará sofocando la voz interna que
constituye la más segura brújula para navegar de forma adecuada
por el océano de la vida".

2 comentarios:

  1. Como he comentado por el Face, sabes muy bien que siempre fui una fan de tus prosas. Y más, algunas veces me han dervido para alimentar mi alma.
    Besos amigo.

    ResponderEliminar
  2. Como he comentado por el Face, sabes muy bien que siempre fui una fan de tus prosas. Y más, algunas veces me han dervido para alimentar mi alma.
    Besos amigo.

    ResponderEliminar