viernes, 4 de septiembre de 2015

EL CIRCULO PROTECTOR



A lo largo de la vida, podemos fracasar en el plano sentimental,
cambiar de pareja o elegir la soledad.
De forma especial, los viejos amigos son una memoria viva de
nuestras experiencias y evoluciones en el teatro de la existencia.
Como recordaba Oscar Wilde, no es fácil encontrar amigos de verdad.
Abundan más, los que están dispuestos a escuchar nuestras
desdichas. Al relacionarnos con los demás, nuestra autoestima se ve
reforzada cuando la comparación nos favorece.
Por esa razón, para encontrar personas de calidad humana, hay
que hacer una buena criba.
Al igual que nos echamos en brazos de cualquiera para formar
una pareja, es importante elegir bien, pues los malos compañeros
de viaje facilita que no lleguemos a ningún sitio.
La calidad de los amigos determina nuestra calidad de vida, 
hay que saber distinguir las amistades nutritivas para el alma
y las tóxicas, estas nos cargan de energía negativa e incluso
nos deja carentes de positividad.
Es un ejercicio necesario para constituir un entorno que nos
de protección y nos ayude a crecer.

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