miércoles, 23 de septiembre de 2015

NO EXISTE LA BONDAD,SINO EL BONDADOSO


¿ Cómo reconocer cuándo la amabilidad de alguien es
cortesía postiza y cuándo actúa de corazón?.
Hay una prueba muy sencilla para saber, ante quién nos
encontramos: sólo tenemos que observar cómo trata a los
demás: a su familia, a los compañeros de trabajo, también
a personas anónimas. Si se comporta con amabilidad con
todos por igual, es señal, de que estamos ante una persona
bondadosa. Si se dan en cambio grandes diferencias, existen
razones para dudar.
La verdadera amabilidad, no conoce privilegios-atender bien
a unos y despreciar a otros-, del mismo modo que no nos
fiaríamos de un comerciante, que acaba de engañar con el
peso a la persona que nos precede. No hay actos bondadosos
sino personas bondadosas.
Sin embargo, es posible cultivar la amabilidad, tanto en nosotros
como en los demás. Al ser delicados con quienes no lo son con
nosotros, le estamos educando de forma inconsciente, aunque
a primera vista se muestren fríos como el hielo.
Como decía Platón: " Se amable, pues cada persona a la que
encuentres, está librando una dura batalla".

No hay comentarios:

Publicar un comentario