domingo, 27 de septiembre de 2015

CONTAMINACIÓN MENTAL


El origen de la contaminación mental que desluce nuestra vida,
reside a menudo en la costumbre de juzgar nuestros actos y los
de los demás. Quien juzga, termina emitiendo un veredicto, al que
sigue el castigo pertinente. Pero en este tipo de dinámicas, el más
castigado es el mismo juez.
Este mal hábito, suele ir acompañado de una dependencia de las
opiniones ajenas, y provoca padecimientos que no aportan ventaja
alguna y si, muchos inconvenientes.
Los pensamientos negativos recurrentes, van asociados a un afán
de perfeccionismo que oculta el miedo al fracaso.Si queremos salir
del atolladero, debemos buscar el éxito, no la perfección.
No debemos renunciar, al derecho a equivocarnos, porque de ese
modo, perderemos la capacidad de aprender cosas nuevas que nos
permita avanzar en la vida. Detrás de todo perfeccionamiento, está
el miedo. Enfrentándonos a el,te permitirá ser humano, paradógicamente
nos convertiremos en una persona más feliz y productiva.
Los pensamientos negativos, nos proyectan hacia atrás, y hacia 
adelante- cuando tememos lo peor-, lo que nos impide gozar del
presente. Esto, nos hurta una energía mental preciosa que podemos
dedicar a mejorar nuestra vida y la de los demás.
En la corrección de los malos hábitos, se encuentra la clave
para desintoxicar la mente con suma rapidez. Podemos verter la
energía bloqueada en nuestra mente, en acciones altruistas que
llenarán nuestra vida de sentido.

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