martes, 26 de abril de 2011

REFLEXION

Hemos de considerar- amigos mios- si queremos ser sensatos y consecuentes-y que conste que no es causa de hilaridad alguna- que de todo pasa en nuestra corta vida o paso por éste planeta...El nacimiento, la infancia, la pubertad, la juventud, y la madurez, con ella se inicia el ciclo de la pasión,las alegrias, las tristezas y en ocasiones la desolación, todas ellas se mantienen presentes, hasta la llegada de nuestra ausencia..

Aquí, se quedan el valor del alma, los recuerdos, y la huella dejada. Si somos desprendidos debemos considerar la acción de dar sin esperar nada a cambio, obrando de ese modo, podremos sentirnos más realizados y menos defraudados.

Admiro a la gente noble y sencilla que se identifica con propios y extraños, dejando al margen cualquier tipo de perjuicios.
Hay que amar la vida sin recatos al que drán!! Luchar por nuestros deseos e ilusiones, y ofrecer nuestra colaboración a la sociedad en la cual estamos inmersos por motivos obvios.

Comparto y me siento identificado con esa gente que duda de todo, incluso de si misma, pero a pesar de ello, decide seguir caminando hacia delante, actuando con plena libertad, aceptando de buen grado cuanto le pueda deparar el día de mañana...¡Jamás la historia recogió en sus páginas pasajes de los cobardes!!!

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