lunes, 14 de diciembre de 2015

LA BELLEZA DE LA MELANCOLÍA


Para rescatar el valor de la tristeza y la melancolía, 
debemos poner ejemplos del arte: ¿ Dónde estaríamos
si nunca hubiéramos abrazado el lado sombrío de la vida,
como lo hizo Beethoven con su Quinta Sinfonía?.
De hecho, la mayoría de las creaciones del espíritu están
construidas en torno al dolor, la pérdida y la insatisfacción.
¿A qué se debe? ¿Será cierto que, como reconocía el mismo
Schulz- padre de Snoopy- la felicidad no es divertida?
Hay que distinguir la melancolía de lo que la sociedad
llama depresión: " Lo que separa a las dos, es el grado de
actividad. Ambas son formas de tristeza más o menos
crónica, que conduce a una incomodidad duradera con el
estado de las cosas... Frente a ella, la depresión, causa
apatía, un letargo que se aproxima a la parálisis absoluta,
una incapacidad para sentir. Por el contrario, la melancolía
genera en relación con la misma ansiedad, un sentimiento
hondo y turbulencia en el corazón, que convierte el presente
en un deseo por crear nuevas formas de ser y de ver.
Cuando aceptamos que la tristeza forma parte de nuestra
existencia, sentimos, que participamos en el fluir de la
vida. " La melancolía nos otorga el poder de experimentar
la belleza".

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