martes, 5 de junio de 2012

CONCLUSION


Cada amanecer, abrimos la ventana de nuestros ojos, con la finalidad, de plantarle cara al nuevo día...la vida, se restablece en la gran ciudad que nunca duerme, sus gentes, se integran a las ocupciones más diversas y variopintas..
La prisa por llegar al centro de trabajo, se acrecienta, perdiendo esa buena costumbre del saludo tan necesaria en las relaciones sociales.
Resulta curioso observar,como solo en contadas ocasiones, decidimos ver la parte buena o positiva de las personas, fijándonos en la negativa.Todos los días, son propicios y válidos, para descubrir nuevos aspectos que habían permanecido en el anonimato más absoluto.
Deberíamos, hacer -de vez en cuando-, un alto en nuestra carrera cotidiana, para contemplar,esas muchas cosas agradables de nuestro entorno.
Todos,-sin excepción alguna-,tenemos perfecto derecho a participar del enfado, del triunfo, del fracaso,de las ilusiones, y a tener un buen o mal día,a ser feliz,y también a vivir en paz y armonía.

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